domingo, 17 de octubre de 2021

Restos islamicos en Pontoneros

Recientemente el Ayuntamiento de Zaragoza ha aprobado la realización de la Residencia de Estudiantes en el antiguo Cuartel de Pontoneros. Es una idea que por fin se ha llevado a cabo, sin entrar en discusiones sobre su adjudicación a una empresa alemana, y posibilitara la recuperación de un antiguo edificio y a su vez un intento de normalización de un zona bastante degradada. Sin embargo hay un elemento de extrema importancia que hay que destacar y es que no se tiene en cuanta el patrimonio cultural de los restos arqueológicos que se encuentran en dicho lugar. 
Estos restos fueron excavados y se realizaron catas arqueológicas en 2003 y desde entonces fueron abandonados y ello provoco que la Asociación Hispa Nostra incluyera en su Lista Roja este yacimiento islámico del SXI. Parece ser que estos restos son de un interés excepcional por la buena conservación de las estructuras domésticas y públicas.

 

Evidentemente no se puede “echar a la escombrera” este hallazgo arqueológico y se deberá incluir este espacio en la reahabilitación del conjunto. Se debería consultar a expertos en patrimonio la forma de mostrar al público estos restos islámicos para el conocimiento y disfrute de los zaragozanos y sus visitantes.

 

¡No destruyamos nuestro patrimonio!

domingo, 7 de febrero de 2021

REAL SEMINARIO DE SAN CARLOS Y SEMINARIO CONCILIAR

 


El Real Seminario de San Carlos lleva el nombre del rey Carlos III que dono el edificio de los jesuitas, expulsados en 1767 para seminario sacerdotal. El edificio está situado en la plaza que lleva su nombre y se edifico sobre el solar de la Sinagoga Mayor, ya que es el núcleo urbano principal de la judería zaragozana. Esta sinagoga, abandonada, fue utilizada en primer lugar como capilla del convento jesuítico. Mas tarde al quedarse pequeño se derribó y se construyó un colegio y una imponente iglesia cuya primera piedra la bendijo el obispo de Utica don Antonio García, siendo arzobispo de Zaragoza don Hernando de Aragón en 1564.

 

En el S XVIII se redecoró la iglesia con un estilo muy barroco siendo impresionante todo el conjunto. Anexo a la iglesia se encuentra el claustro y las diferentes dependencias  conventuales. Al ser expulsados los jesuitas el edificio se convirtió en Seminario Sacerdotal con cuyo objeto fue cedido por Carlos III, su misión era perfeccionar los conocimientos de los sacerdotes, hacer misiones y otros ejercicios espirituales. Hoy en día es residencia para sacerdotes mayores. Dentro de este conjunto también cabe destacar la biblioteca que donó don Manuel de Roda, ministro que fue de Gracia y Justicia a este seminario sacerdotal. Son 20.000 volúmenes que llegan hasta el año de 1790, con gran cantidad de incunables. Hoy día esta biblioteca no está accesible al público como tampoco lo estuvo en el siglo XIX tal como se denuncia en la Guía de Zaragoza de 1860. Durante la Guerra de la Independencia el conjunto conventual no sufrió grandes desperfectos como se observa en uno de los grabados de la época.

 

Iglesia

Biblioteca

Claustro

Comedor

Patio central del claustro

Estado del edificio despues de la guerra de la independencia

Estado actual

Fachada principal



El Seminario Conciliar  de San Valero y San Braulio se fundó según real cedula del rey Carlos II en 1788 por el arzobispo don Agustín de Lezo y Palomeque. El seminario conciliar no hay que confundirlo con el sacerdotal. El conciliar lleva el nombre del Concilio de Trento quien dispuso que los aspirantes al sacerdocio deberían tener una formación teológica reglada ya que hasta entonces muchos clérigos carecían de suficiente formación teoloógica. La primera sede de esta institución fue el Colegio del Padre Eterno, antiguo colegio jesuita y cercano al de San Carlos (hoy sobre su solar está el restaurante Windsor), durante la Guerra de la Independencia lo convirtieron en polvorín y fue arruinado por una tremenda explosión tal y como se aprecia en el grabado.

 

Después de la Guerra tuvo diferentes ubicaciones provisionales hasta que en 1848 se traslado a la plaza de la Seo en el edificio construido sobre el solar de la antigua Diputación del Reino, que fue cedido por el rey Fernando VII al arzobispado de Zaragoza. En 1952 se traslada a un nuevo edificio a las afueras de la ciudad. La fachada de este nuevo seminario nos recuerda al Palacio Ducal de Venecia. Por último en 2005 se traslada no muy lejos de este a un nuevo recinto con capacidad para 54 seminaristas ya que el anterior resultaba ser muy grande para el reducido numero de estudiantes actuales.

 

Ubicación actual

1952

Edificio rojo: seminario desde 1848



Colegio del Padre Eterno y su estado después de la explosión de 1808.
Primera ubicación del Seminario Conciliar.

sábado, 16 de enero de 2021

El barrio de San Pablo, calle Pignatelli.....

 

Calle de Escuelas Pías y Cerdán. El bloque central se derriba para convertirlo en Cesar Augusto.
 Las fotografías son de los años setenta.

Calle Escuelas Pías, al fondo "El pequeño catalán". 

Cine Monumental, "El hombre del carrico" estaba en la puerta del cine para vender chucherias. 1970
Calle Ramon y Cajal- Zamboray

Calle Miguel de Ara 1951

Calle San Pablo, edificio izquierdo actual Zaragoza Vivienda 1965

Calle San Pablo 1965



Calle San Pablo 1978

Calle San Pablo 1980



Pleno Municipal en Plaza Santo Domingo 1950

Policia Municipal en Pza Santo Domingo. 1955


Conde Aranda 1956

Calle Echeandia, 1974

Las fotografias las he sacado de "Proyecto GAZA"


Últimamente  este barrio está siendo noticia repetidas veces. El Ayuntamiento ha hecho un plan para recuperar y solucionar los problemas que existen y asociaciones de vecinos opinan también al respecto. Hay una afirmación que me ha llamado la atención y me he quedado sorprendido por el desconocimiento que lleva consigo y es  que el barrio se puede “gentrificar”, dicho en castellano es que se quiere echar a los pobres del barrio para convertir el barrio en uno de ricos.

Me gustaría dar mi visión de este espacio para poder comprender mejor toda la realidad presente, además servirá para conocer la historia de los últimos decenios  de una parte de la ciudad de Zaragoza contada por una persona que nació en este barrio de San Pablo en los años cuarenta y sigue viviendo en Casco Histórico después de haber trabajado siempre en este mismo barrio.

Nace tras la conquista de Zaragoza por el Rey Alfonso I. Es una barrio construido fuera del casco romano y repoblado por bearneses, adoptando el nombre de la parroquia de  San Pablo. Su trazado ortogonal  le da un toque especial dentro del casco histórico que tiene un trazado irregular, fruto de la presencia musulmana.

 El  Mercado Central en este entorno va a configurar un espacio marcado por el mundo del comercio. La presencia de palacios y palacetes nos da a entender que estamos en un barrio de cierto poder adquisitivo y hay que reconocer que a partir de los años treinta cuando se ensancha Conde de Aranda , esta calle junto con la de San Pablo y el entorno del Mercado van a ser de las más comerciales de la ciudad. Además la población que ocupa estos lugares son comerciantes y profesionales del Derecho, medicina, y artesanos cualificados. Otras calles del barrio la ocupan trabajadores y agricultores como los que habitan en Pignatelli que entonces se denominaba la calle de la Paja. Hay que resaltar que en la plaza de Santo Domingo estaba el Ayuntamiento y el Mercado de Pescados, en la calle Predicadores los juzgados, que ocupaban el Palacio de Villahermosa; estamos hablando de un espacio con presencia institucional de primer orden en los años cincuenta del pasado siglo. El Colegio de Escolapios representa la población que en aquellos momentos había ya que este centro acogía a niños pobres, los “gratuitos” que entraban por la actual calle de Cesar Augusto, los “vigilados” que eran alumnos que pagaban y los internos, que ambos entraban por Conde Aranda. Evidentemente las batas que los niños llevaban eran diferentes según al grupo que pertenecían.  El cine Monumental , el más grande de Zaragoza, daba vitalidad juvenil a la zona de Conde Aranda, estamos hablando de un barrio de “mucha vida”.

Cuando Zaragoza empieza a crecer a partir de los años sesenta la realidad del barrio empieza a dar un cambio radical. Hay que tener en cuenta que en los años cincuenta Zaragoza tiene aproximadamente 250.000 habitantes y en 1970 se duplica la población. Este crecimiento  hace que la construcción entre de lleno en la ciudad y los edificios del Casco Histórico queden obsoletos favoreciendo el cambio de residencia a pisos con mas comodidades y servicios como el ascensor. En los años sesenta el ayuntamiento y los juizgados se trasladan a la Plaza del Pilar  Es aquí cuando el barrio empieza a abandonarse y ocupado por nuevos vecinos que llegan a Zaragoza con muy bajo poder adquisitivo sin que ningún propietario o institución se encargue de poner al dia los cientos de viviendas obsoletas que  quedaban. Es un momento propicio para la especulación utilizando técnicas nada favorables a los residentes de siempre. En los años ochenta el Ayuntamiento empieza a construir viviendas sociales en solares abandonados, se empieza a remodelar las calles ensanchándolas algunas de ellas y derribando edificios centenarios que habían sido abandonados poco a poco incumpliendo en muchos casos la Ley de Patrimonio Cultural. Muchos de esos solares son de propiedad municipal y continúan varias decenas de años sin construir a pesar de que las ordenanzas municipales obligan a construir en un periodo de dos años. Esta dejación municipal es uno de los pilares fundamentales de la degradación del barrio. Llama la atención que el propio Ayuntamiento ha alquilado un solar para montar una parrilla al aire libre en la calle de las armas que además de ser ilegal en nada favorece a los vecinos por las molestias que acarea. En nada se nota que este declarado BIC porque se incumplen constantemente las normas de patrimonio empezando por el descuido del propio barrio, la no rehabilitación de edificios singulares, los cableados en fachadas, la construcción de grandes manzanas sin guardar el parcelario original. No hace muchos años se derribó un palacio del S XVI que luego resulto ser uno de los mejores que quedaban en nuestra ciudad, en la calle de San Blas. ¡En fin, un desastre¡ No es de extrañar que el barrio este degradado urbanísticamente con las consecuencias para las personas. El barrio se ha convertido en un gueto que en nada favorece a la educación ya que es imposible la integración.

El actuar urbanísticamente en el barrio, construyendo en los solares vacios y rehabilitando los edificios en pie,  será clave para la regeneración posibilitando la llegada de nuevas familias que darán al barrio la realidad de tiempos pasados, esto es, un barrio plural en el que la convivencia es un factor preponderante. El barrio de la Magdalena es un buen ejemplo a seguir. Las cámaras instaladas creo que no solucionaran el problema, las redadas policiales quitaran cierta delincuencia pero el problema real no se habrá solucionado

Sr. Alcalde: construya en los solares municipales viviendas de VPO, obligue a los propietarios de solares a construir sobre ellos, que el Centro  de las Armas de propiedad municipal sea un lugar para el barrio y no una “discoteca” que no deja descansar a los vecinos y degrada todo el entorno. La solución es fácil y no entiendo por qué no se actúa.