sábado, 31 de octubre de 2015

La constructora Brial y Averly


                            
                   
 


De nuevo  la constructora Brial insiste ante el Ayuntamiento en la solicitud de derribo de varias de las naves de factoría Averly.  Esgrime diferentes razonamientos avalados algunos de ellos por la legalidad que nadie duda. Es cierto que el PGOU les ampara para pedir esa solicitud, pero también es verdad que todo el espacio de la factoría Averly está en entredicho en los Tribunales de Justicia. Realmente estamos ante un bien cultural avalado por organismos nacionales e internacionales y por lo tanto su derribo implicaría un pérdida irreparable. No es de recibo indicar por parte de la empresa que es de interés general el derribo de parte de la factoría. Yo puedo entender que la constructora no alcance ver el nivel cultural que este bien posee y por esa razón primen más los intereses económicos que los culturales. Ahora bien hay una cosa que no me cuadra y la interpreto como un “sentimiento de culpa” por parte de la constructora cuando recomienda a ZEC que utilice los terrenos de la antigua estación del Portillo para crear los equipamientos que asociaciones demandan.  No creo que esta empresa tenga tanta justeza en sus percepciones para entender que lo que se pide no es un equipamiento cultural al uso sino la protección de un bien cultural que no es otro que la propia factoría  Averly. Este tipo de consideraciones me hace pensar que no está en una disposición limpia a la hora de argumentar. Abundando en la mismo línea no vale el decir que las naves están deterioradas y su restauración es costosa y que hay emergencias sociales que hay que atender. Realmente este tipo de argumentos están fuera de lugar y el problema se podría solucionar de otra manera en la que nadie pierda. Nos escandalizamos cuando el Estado Islámico arrasa el patrimonio cultural en Siria o cuando los Talibanes destruyen los budas en Afganistán y no somos capaces de caer en la cuenta que destruir Averly tiene connotaciones parecidas, unas por motivos religiosos otras por motivos económicos. De este modo en Zaragoza se ha destruido en las últimas décadas gran parte de nuestro patrimonio cultural. A todo esto debo advertir que también me llama la atención que la fotografía que ilustra un medio de comunicación esta noticia es de un espacio deteriorado y corresponde a las cuadras. No se si es para desvalorizar el conjunto. En cualquier caso las fotografías que pongo confirmarían todo lo contrario

Le pido a Brial que reconsidere su propuesta, que dialogue con el Ayuntamiento y DGA y busque una solución que la hay, en la que nadie pierda y gane la ciudad y la cultura.

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