jueves, 26 de junio de 2014

La Magdalena esta de moda









 La Magdalena está de moda
Recientemente los medios han dado una cobertura nada habitual al barrio de la Magdalena con ocasión de la tradicional semana cultural de “La Madalena”. El heraldo ha sacado dos páginas informativas y la TVA un programa de una hora el viernes por la tarde-noche. Son informaciones en clave positiva superando todos aquellos prejuicios que pesaban sobre el lugar. La presencia de pequeñas tiendas singulares, el incremento de bares tradicionales en sus conocidas calles, la introducción del “juepincho” (tapa mas bebida 2€)en el barrio; la permanencia de grupos sociales y políticos alternativos dan, sin duda, un espacio con color y diversidad. Este barrio sigue siendo la expresión de lo que fue en los años sesenta cuando se daba la paradoja de ser la zona con mayor número de personas que poseían títulos superiores y a su vez la zona donde había mayor número de analfabetismo. Era un barrio en el que la convivencia de  diferentes clases sociales  se daba de manera natural. Evidentemente esta situación se daba y se da por su situación como Casco Histórico. Lamentablemente se ha destruido mucho de nuestro patrimonio arquitectónico aunque se han salvado algunos edificios de la arquitectura popular de los siglos XVII y XVIII. Las calles han permanecido en su anchura y da como resultado un barrio en el que pasear por sus calles resulta placentero y tranquilizador. Quisiera añadir una nota histórica de los límites del barrio. El barrio de la Magdalena en el siglo XIX estaba conformado por las siguientes calles: Mayor, Torrejón, D.Juan de Aragón, Plaza de Segovia,, de Liñan, Gavín plaza de la Balsa, Órgano, Torrellas, San Vicente, Universidad y parte de la plaza de la Magdalena.  Hoy día popularmente el barrio de la Magdalena abarca más espacio tomando lo que se llamaba San Agustín y parte de Heroísmo, san Lorenzo y el último tramo del Coso Bajo,

Habia un Plan de Reforma Interior en el año 1939 que pretendía ensanchar la plaza de la Magdalena y levantar edificios nuevos. Como testimonio de aquella reforma frustrada esta la casa de la Urbana que tiene unas alturas desproporcionadas con el entorno. Menos mal que no se siguió con el plan porque de lo contrario el aspecto que hoy tendría la plaza no  nos recordaría el pasado fecundo  que este espacio tuvo. Hay que lamentar el derribo de la antigua Universidad. Las fotografías corresponden a diversos puntos del barrio.

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